No sólo lo digo porque hace a penas un mes haya superado la mitad de la treintena, haya empezado a teñirme las canas y la dependienta del Beauty Corner de Chanel me diga que ya necesito crema "primeros signos de la edad", sino porque hay aspectos, mucho más humanos que divinos, que no paran de confirmar lo evidente.
Evidencia 1.
Hace unos días, Mi Sobri, esa personita que me introdujo en el desconocido mundo de los niños, mientras nos acercamos juntas a comprar al Chino que hay cerca de mi casa (De "Mi Chino" ya os hablaré otro día porque merecen un post para ellos solitos), me contaba cómo había sido su primer partido de Fútbol como espectadora, y pongo Fútbol con mayúsculas porque la Niña se estrenó en el Bernabéu, en un Real Madrid - Valencia, nada menos.
Cuando le pregunté qué era lo que más le había gustado, su respuesta fue clara: "Casillas, le he hecho un montón de fotos".
Ante mi perplejidad, y pensando en que a sus 9 años es lógico que se sienta deslumbrada por uno de los héroes del año, le respondí: "Claro, Iker es el mejor, un porterazo". Lo que no me esperaba era un: "Sí, y es taaaaaaaaaannnnnnn guapo... Me encanta!"
Arrrrrrrrrrggghhh! Socorro! Mi muñequita diciéndome que Casillas"es tan guaaaaaaaaaapo"???
Claro que casi se me escapa que tanto a Sara Carbonero como a la mitad de las mujeres que habitan el planeta también "Nos encanta".
Hasta hace nada nos encantaba hacer planes Tía-Sobrina, bucear en la tienda de Hello Kitty, comprarnos miles de chuches, ver La Sirenita doscientas veces en un mes, y discutir sobre que Princesa era la mejor de todo el mundo mundial, y hoy me está contando que "Le encanta" Iker Casillas.
Me supera.
Evidencia 2.
Este fin de semana, después de meses, volvimos al cine. La cartelera era poco menos que desesperante, así que, intentando evitar el enésimo Thriller de turno que tanto le gustan a mi señor esposo, nos decidimos por la película española que está reventando la taquilla, "A 3 metros sobre el cielo".
Una historia de las que vuelven locas a los adolescentes. Un amor imposible, dos actores con cierto atractivo y un argumento flojito pero entretenido, la verdad.
Niña bien, educadita, comportamiento intachable se enamora de niño bien, atormentado, macarrón e incipiente delincuente, eso sí, el niño era pá verlo, una monería.
Hace no muchos años me hubiese vuelto loca la historia, hubiese deseado que nadie se entrometiese en "tan apasionado amor", pero a día de hoy la historia es muy distinta. Durante toda la peli no paraba de pensar en que tengo dos hijas y que algún día serán unas niñas bien, educaditas y de comportamiento intachable y entonces me daría un síncope si apareciese el motero macarra de turno a llevarse a una de mis cachorritas.
¿Cómo ha cambiado el cuento, verdad? ¿Me hago o no mayor?
Creo que para compensar la depresión de entrar en la edad adulta, saldré esta tarde a hacer uso de mi tarjeta VISA de mujer madura, que alguna ventaja tendría que tener, no?
Mi "target", esa divina capa escocesa de "The Extreme Collection" que, desde principios de temporada, está guiñándome el ojo descaradamente desde el escaparate.
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